INSTITUCIONAL

La Oficina de Asistencia a las Víctimas de Delitos cumple seis años en el trabajo de acompañar a quienes atraviesan un proceso penal

La Oficina de Atención a las Víctimas de Delitos (OAVD) de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT) cumplió en marzo seis años desde su puesta en funcionamiento. En estos años, la Oficina ha brindado asistencia a más de 20.000 personas involucradas en procesos penales, además de desarrollar tareas de articulación con operadores judiciales, organismos estatales y la comunidad en general.

La OAVD fue puesta en funcionamiento mediante la Acordada N° 208/19 como un espacio que depende de la Oficina de Derechos Humanos y Justicia. Esta decisión fue tomada por la CSJT con el propósito de fortalecer la protección estatal a las víctimas desde una perspectiva de Derechos Humanos. Desde su creación, trabajó en la protección de los derechos de las víctimas, brindando acompañamiento, orientación y contención a quienes atraviesan situaciones de violencia o delitos graves.

En sus primeros años, su labor se centraba en atender consultas espontáneas de personas que se acercaban en busca de información. Con la implementación del nuevo Código Procesal Penal en la provincia, la Oficina comenzó a desarrollar tareas de acompañamiento sistemático para que las víctimas comprendan el impacto de las decisiones judiciales en el desarrollo del proceso que lo tiene como parte.

“El crecimiento de la OAVD ha sido sostenido: en 2020 se incorporó un equipo técnico en el Centro Judicial Concepción y en 2021 en Monteros. Así, pasó de contar con tres integrantes en 2019 a un equipo de 19 profesionales distribuidos en distintas jurisdicciones del territorio provincial”, explicó la Lic. Laura Suárez, coordinadora de la Oficina de Asistencia a las Víctimas del Delito.

Una de las funciones clave que incorporó la OAVD con la reforma procesal penal de Tucumán es la evaluación de factibilidad y conveniencia para la declaración de niños, niñas y adolescentes (NNyA) en Cámara Gesell. Esta instancia permite determinar si la persona se encuentra en condiciones de prestar testimonio, así como identificar eventuales necesidades especiales para garantizar su protección y evitar la revictimización. “Gracias a este mecanismo, se ha logrado minimizar la exposición de niños, niñas y adolescentes a situaciones de estrés innecesarias, asegurando que su testimonio sea registrado de manera efectiva y en un entorno de contención”, subrayó Suárez y agregó: “Además, la presencia de la OAVD en audiencias, realizando tareas de orientación y contención a las víctimas, ayudó a consolidar su rol como facilitadora del acceso a la justicia en el marco del nuevo paradigma adversarial”.

En cuanto a la proyección de la oficina, Suárez afirmó que el objetivo es consolidarse como referente regional en el acompañamiento a víctimas de delitos y seguir implementando mejoras que garanticen el respeto por sus derechos a lo largo del proceso penal. También subrayó que la misión de la OAVD no solo apunta a la contención y orientación, sino a generar condiciones para la reparación y restauración de quienes han atravesado hechos de violencia o delitos graves.

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