Andrés Soto: "La implementación de la oralidad es un salto cualitativo”

“La resistencia al cambio es natural en el hombre y en las organizaciones”. Con esas palabras, Andrés Soto explica el cambio de paradigma por el que está atravesando el Poder Judicial de Tucumán, y propone no asustarse. En el camino hacia la oralidad en los procesos civiles, recomienda, lo importante es convencer a los operadores acerca de las bondades del esquema de enjuiciamiento oral. "Uno de los puntos es romper prejuicios”, sostiene el especialista.
Soto es Juez de la Sala Tercera de la Cámara Segunda de Apelación de La Plata provincia de Buenos Aires; esta semana, disertó sobre las “Facultades del juez en la toma de decisiones”. La charla fue en el Salón de Actos del Palacio de Justicia, en el marco del II Encuentro del Programa conjunto entre el Centro de Capacitación y Especialización del Poder Judicial de Tucumán, a cargo de la Sra. Vocal de la CSJT, Dra. Claudia Sbdar, y la Escuela Judicial del Consejo Asesor de la Magistratura de Tucumán, cuyo Consejo Académico es presidido por Dr.Daniel Posse, sobre “Litigación Oral Civil”.
“En el contexto de la oralidad, el rol del juez es central porque pasa a desempeñarse de manera inmediata con las fuentes y medios de prueba, es decir en contacto directo con las partes, con los testigos y con los peritos. Ese vínculo era distante o nulo en el sistema escriturario; en el esquema oral el juez debe involucrarse en la marcha del proceso, y esto dispara como mínimo dos grandes temas: lo que significa la gestión del juicio, procesal, y la labor del juez acerca de indagar acerca de la verdad de los hechos. Porque en la medida en que el juez es distante y neutro en relación a la causa, la verdad de los hechos queda limitada en lo que las partes puedan hacer al respecto", explicó el magistrado. En este sentido, destacó la importancia de ese cambio de rol que asume en juez en los procesos orales. "Cuando el juez se hace presente toma un rol protagónico, indagando con una actitud consciente, dinámica de ida y vuelta en relación a la información que está rondando en la causa. Y eso hace que las condiciones de calidad de la prueba cambien sustancialmente y las posibilidades de alcanzar la verdad también sean mejores”, explicó.
Por otra parte, Soto -autor de la “Gestión de la Etapa Probatoria en los Juicios de Conocimiento”-, destacó algunos de los rasgos más importantes de este nuevo sistema: “lo primero es que se atiende directamente al ciudadano -usuario y destinatario del sistema-, quien se encuentra con el juez que va a decidir su causa. Eso desde un punto de vista democrático republicano es un salto cualitativo fenomenal. La segunda ventaja es que hay una gran economía en el tiempo, porque los procesos tienen a administrarse mejor, por lo tanto duran menos y son más económicos. Y en tercer lugar es casi inevitable que la calidad del proceso sea superior en el trabajo oral que en el trabajo escrito”.