CAPACITACIONES

Cuidado de la salud en el Poder Judicial | Finalizó un ciclo de talleres organizados desde el Departamento de Psicología Laboral

 

Coordinado desde el departamento de Psicología Laboral de la Dirección de Recursos Humanos, finalizó este mes un ciclo de capacitaciones sobre estrategias de cuidado de la salud psíquica en el Poder Judicial. Los talleres estuvieron destinados, en esta oportunidad, a los miembros de las Oficinas de Gestión de Audiencias, Juzgados de Familia y Oficina de Violencia Doméstica. La impronta de “Cuidemos nuestro fuego, para que ilumine sin quemarnos” fue la idea principal de estos encuentros: se trata de la pasión que le ponemos a nuestro trabajo, y de hacer bien lo que tenemos que hacer, sin dañarnos, a fin de no llegar a un estado de agotamiento emocional, a la despersonalización y a la sensación de falta de realización personal, características principales del Síndrome de Burnout.

Estos talleres estuvieron a cargo del Area “Cuidado de Cuidadores” que lleva adelante la licenciada Vita Escardo desde el año 2006 y la lic. Karina Rago integrante de su equipo de trabajo en el Programa “Victimas contra las violencias” y actualmente en la Defensoria General de la Nacion. Los talleres se desarrollaron desde la plataforma virtual del Centro de Capacitación Judicial y fueron propuestos por el Departamento de Psicología Laboral de la Dirección de Recursos Humanos, a cargo de la licenciada Susana Barrionuevo. El objetivo de estos encuentros es dar cumplimiento a uno de sus objetivos que es el cuidado de la salud de los integrantes del Poder Judicial, brindando estrategias de autocuidado que deben estar acompañadas de medidas institucionales para la detección y prevención de los factores de riesgo ligados a la tarea judicial que aseguren una vida saludable y ajustada a Derecho.

Entre las principales temáticas, los talleres abordaron el Síndrome del Burnout. “Este Síndrome -explica la licenciada Barrionuevo- da origen a diversos síntomas, difíciles de revertir. Debido a que, sumado a la tensión emocional propia de la actividad que realizamos, trabajamos a su vez, con personas cargadas de emociones, muchas veces cronificadas”. Ante ello, continúa, un trabajo de tales características requiere de una cualidad empática para trabajar con el que sufre, sin quedar en su misma posición, lo que implica aprender a cuidarnos y a cuestionarnos las propias expectativas en el desarrollo de nuestra actividad.

Durante los encuentros se propuso a los grupos de trabajo diversas dinámicas, las que dieron origen a movilizar y expresar planteamientos de los que ocurre diariamente en equipos de trabajo que desarrollan su actividad en referencia a temáticas tales como el sufrimiento humano y la violencia. Los encuentros se aprovecharon para reflexionar acerca de la importancia de que las personas puedan darse un tiempo para reflexionar sobre su quehacer profesional, resignificarlo, darle un nuevo sentido para poder modificar la mirada y cuidar la salud mental, identificando emociones y pensamientos, adquiriendo herramientas para volver a encontrar bienestar.

Resulta prioritario cuidar nuestra salud mental de manera integral, tanto física como mental, sobre todo si se trabaja con el conflicto y el sufrimiento ajeno”, agrega la licenciada Barrionuevo, y concluye: “además, es fundamental buscar apoyo en nuestros propios equipos de trabajo, armando con ellos y con otras instituciones, verdaderas redes de contención, tratando de determinar principalmente lo que nos pasa y cómo nos afecta eso que nos pasa, buscando soluciones tanto individuales como colectivas. Para concluir, debemos decir que el humor con que podamos afrontar las situaciones, el apoyo de los pares y la búsqueda de redes de contención son pilares fundamentales en los que los trabajadores deben apoyarse y que, con frecuencia, pueden contribuir a salvar a las personas que en el ámbito laboral, se sienten en situación de desborde”.

 

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