El 6 de mayo de 2019 se implementó el sistema adversarial penal en el Centro Judicial de Concepción, dando inicio a un profundo cambio en el paradigma de administración de justicia del Fuero Penal, que luego se replicaría en todo el territorio provincial. El nuevo ordenamiento procesal modificó todo el proceso penal, desde el inicio de la investigación hasta la ejecución de las sentencias. Impone los principios de oralidad y publicidad, lo que se traduce en una mayor dinámica y transparencia de la actividad judicial, resoluciones de conflictos en plazos razonables y una mejor comunicación de los actores judiciales con las partes y la sociedad en general.

Ello implicó además la puesta en marcha de la Oficina de Gestión de Audiencias de Concepción, la primera oficina judicial de la Provincia de Tucumán. La OGA adoptó una nueva forma de trabajo enfocada en la gestión, la mejora continua en la eficiencia, la estandarización de los procesos de trabajo y un fuerte compromiso de brindar un servicio de justicia de calidad. El personal de la oficina encaró números desafíos a lo largo de estos años, entre los que destacan la virtualidad, la redacción del Manual OGA aprobado por la Corte Suprema y la obtención del certificado de normas ISO. En septiembre de 2020, el sistema fue replicado en los Centros Judiciales de Capital y Monteros, alcanzando así todo el territorio provincial.

A cinco años de aquel inicio, los magistrados Dr. Claudio Hernán Aybar y Dr. Juan Fernando Saracho Daza, presidente y vicepresidente respectivamente del Colegio de Jueces Penales de Concepción, analizaron las ventajas del nuevo ordenamiento procesal, así como los desafíos que se presentan para seguir perfeccionando el servicio de justicia. "Es un sistema que ha venido a humanizar, a ponerle un rostro a la Justicia, lo que sin lugar a dudas legitima y jerarquiza la función judicial frente al ciudadano o ciudadana", ponderaron.

Según los magistrados, la implementación de la oralidad en todas las etapas del proceso penal, que a partir de lo establecido en el Código Procesal Penal de Tucumán (Ley N° 8933) reemplazó al tradicional sistema escrito, redundó en una Justicia más ágil, transparente y cercana. "El nuevo sistema procesal permite al juez desde la audiencia inicial del proceso conocer, observar y escuchar a las partes, para poder llegar así al dictado de resoluciones de mayor calidad. A su vez, aporta al representante del Ministerio Público Fiscal y al defensor el mejor escenario para efectuar sus planteos, generar la controversia y exponer sus argumentos. Pero, sobre todo, permite a los protagonistas del conflicto, la víctima y el victimario, conocer y escuchar desde ese momento inicial cómo defienden sus intereses sus representantes legales, e incluso les permite intervenir a ellos mismos en defensa de sus intereses ante la presencia del juez", destacaron.

Un esfuerzo transversal

Los magistrados señalaron que fue necesario un continuo ejercicio de capacitación y readaptación a las nuevas prácticas. “Es una necesidad que no solo alcanza al juez, al fiscal o al defensor, sino a todos los actores, tanto judiciales como extrajudiciales que intervienen en el proceso”, afirmaron, y ejemplificaron: “ya sea el personal administrativo encargado de generar una audiencia y asegurar la presencia de todas las partes necesarias, o el personal policial que efectúa  un procedimiento que luego debe ser controlado en la audiencia, o los profesionales de las distintas disciplinas que aportan su colaboración a la investigación”.

Para lograr ese mejor funcionamiento, indicaron, el Colegio de Jueces y Juezas Penales de Concepción viene articulando mecanismos de interacción con distintos actores del proceso, en busca de aportes de diferentes miradas que puedan contribuir para el mejor engranaje de los principios rectores que guían al nuevo paradigma procesal: la oralidad, la publicidad, la celeridad, la inmediación y la simplicidad de los actos, entre otros.

“En síntesis, no existen dudas para los integrantes de este Colegio que transitamos por el mejor camino. Un mejor camino que, no obstante, no está libre de obstáculos. Por el contrario, la remoción de esos obstáculos será una constante que no podrá ser cargada sobre los hombros de uno u otro operador judicial, pues se trata de un trabajo que sólo podrá realizarse con éxito a través de un esfuerzo transversal que nos permita atesorar el valor de los diferentes aportes”, reflexionaron.