Invitados por la Jueza de Ejecución en lo Penal de Concepción, Alicia Merched, el Juez del Tribunal en lo Criminal  Nro. 1 de Necochea, Mario Juliano y el Director del Penal  Punta de Rieles de Uruguay, Luis Parodi Saravia, recorrieron las instalaciones de la Unidad Penal Nro. 3 de Concepción.  También estuvo presente el Director de la Escuela Judicial del CAM, Fernando Ganami, quien acompañó a los expertos que luego dieron una charla en el Centro  Judicial de Concepción sobre “Justicia restaurativa y pacificación social”.

Los funcionarios presenciaron una clase de deportes en la que participan los internos y que constituye parte de las prácticas del profesorado de educación física del Instituto de Enseñanza Superior (IES) de Aguilares. También observaron los proyectos de huerta, de educación en contexto de encierro, la cocina y la panadería del penal. Por último, recorrieron las instalaciones del sector del pabellón ubicado en el tercer piso, observando la infraestructura de celdas, pasillos y baños. Este  hecho motivó que el Juez Juliano comenzara su charla afirmando que resultaba imposible no expresar “congoja por la situación edilicia”.

A su turno Luis Parodi Saravia, Director de la Cárcel de Punta Rieles, ubicada a 15 km de Montevideo,  Uruguay, relató algunas de las experiencias de  esa cárcel en la que 600 internos varones se desplazan libremente por 38 hectáreas, estudian, trabajan y poseen 60 emprendimientos productivos.  “Tenemos la obligación moral y ética de encontrar otra cosa” afirmó Parodi Saravia.

Por otra parte, Juliano expresó que la justicia restaurativa es  la gran noticia dentro del sistema penal porque, entre otros factores, posee un sentido multidimensional que abarca no sólo a la   víctima y el victimario sino también a la comunidad. “Va más allá de la pérdida. Se refiere a la  búsqueda de la verdad, a  saber qué pasó”, explicó Juliano.

Como ejemplo mencionó a la organización “Víctimas por la paz”. “Esto es otra generación de ideas, otra forma de hacer justicia, nuclea a personas que han sido víctimas de delitos-algunos muy graves- y que están dispuestas a gestionar su dolor de manera distinta. Significan una gran fuerza para construir alternativas distintas” explicó citando algunos ejemplos concretos.