Reflexiones de la Dra. Claudia Sbdar sobre la importancia de mantener viva la memoria del Holocausto

En la tarde de ayer, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán, se realizó la presentación del libro “Antisemitismo: definir para combatir”, de Ariel Gelblung, Director del Centro Simón Wiesenthal de América Latina. En esa oportunidad la Sra. Vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán Dra. Claudia Sbdar reflexionó sobre la importancia de mantener viva la memoria del Holocausto.
La presentación del libro estuvo a cargo del licenciado Álvaro Aurane. Abrieron el evento el Sr. Vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán Dr. Daniel Posse, y el Sr. Secretario de Gobierno de la Provincia, Raúl Albarracín y fue organizado por la Escuela de Gobierno, por el Ministerio de Gobierno y Justicia de la Provincia y por la Facultad de Derecho, y se realizo en el marco de la Diplomatura de Posgrado sobre Genocidio y Delitos de Lesa Humanidad de la UNT.
La Dra. Sbdar expresó: “Recordar el Holocausto no es un simple ejercicio de memoria histórica. Es una necesidad ética, política y educativa. Como señaló Ban Ki-moon, ex Secretario General de las Naciones Unidas, ‘recordar el Holocausto es una tarea que nos pertenece a todos. Es una obligación moral mantener viva la memoria de las víctimas y asegurar que las futuras generaciones conozcan la verdad de lo que ocurrió’. Y Ángela Merkel, ex Canciller de Alemania, señaló: ‘El pasado no se olvida, se convierte en parte de nosotros. El Holocausto es una herida abierta en la conciencia de la humanidad que debemos sanar a través del recuerdo y la educación’.
A casi ochenta años del fin de la Segunda Guerra Mundial, subrayar su importancia sigue siendo crucial para el discurso público y para las nuevas generaciones.
En primer lugar, porque el Holocausto nos muestra hasta dónde puede llegar el odio cuando se institucionaliza. Nos recuerda que el antisemitismo, la intolerancia y la deshumanización pueden, si no se detienen a tiempo, convertirse en políticas de Estado con consecuencias atroces. Recordarlo es una advertencia viva: no hay sociedad inmunizada contra la barbarie.
En segundo lugar, porque frente a los intentos de negacionismo o minimización, mantener la memoria del Holocausto es defender la verdad. La negación del Holocausto no es sólo una falsificación del pasado: es también una amenaza para el presente, porque erosiona la confianza en los hechos y debilita los consensos democráticos.
También es fundamental para educar en valores universales. Transmitir la historia del Holocausto ayuda a las nuevas generaciones a comprender el valor de la dignidad humana, el respeto por la diferencia y la importancia de no ser indiferente frente a la injusticia. Como decía Elie Wiesel, el opuesto del amor no es el odio, es la indiferencia”’.
Además, recordar el Holocausto es una forma de fortalecer la democracia y los derechos humanos. El régimen nazi no surgió de la nada: creció en contextos de crisis, con discursos que prometían orden a cambio de libertades. Entender ese proceso es clave para prevenir nuevas formas de autoritarismo.
Como señaló Yehuda Bauer, historiador experto en el Holocausto, ‘lo que se olvida no solo se repite, sino que se repite de peores formas. Mantener viva la memoria del Holocausto es una garantía para el futuro’.
Por otra parte, recordar es también honrar. Honrar a las víctimas, a quienes resistieron, y a los sobrevivientes que con enorme valentía dieron testimonio para que el mundo supiera lo ocurrido. Cada acto de memoria es, en ese sentido, un acto de justicia.
El Holocausto, aunque fue una tragedia principalmente del pueblo judío, interpela a toda la humanidad. Su mensaje es universal. Nos recuerda que el silencio, la indiferencia y la complicidad permiten que el mal avance.
El Papa Francisco ensenó que ‘la memoria del Holocausto debe ser un faro que ilumine el camino hacia un futuro de respeto, entendimiento y paz’.
Por todo esto, mantener viva la memoria del Holocausto no es mirar hacia atrás: es comprometernos con un presente más justo y con un futuro en el que hechos como estos no vuelvan a repetirse”.
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