En el marco del Ciclo de Capacitación que la Oficina de Violencia Doméstica inició en agosto pasado, se realizó este lunes una nueva jornada; esta vez, la temática estuvo vinculada a la perspectiva de género en la toma y redacción de las denuncias por violencia. La jornada fue conducida por las Dras. Carolina Caballido Calatayud y Laura Zyseskind -ambas fiscales de la Fiscalía en delitos en contextos de violencia del Departamento Judicial de San Isidro-, quienes trabajaron durante dos sesiones intensivas en la modalidad taller. La recolección de prueba en los delitos de lesiones y las formas de trabajar desde una perspectiva sensible en estos casos fueron algunas de las temáticas abordadas a partir de exposiciones de casos y de un interesante intercambio con los asistentes, todos ellos funcionarios que trabajan día a día en las denuncias por violencia de género.

Entre otras cuestiones técnicas que se presentan al momento del registro de las denuncias, las especialistas abordaron la complejidad del proceso de recolección de pruebas. En ese sentido, Zyseskind se detuvo en el análisis de las lesiones. “En estos casos, las lesiones no pueden limitarse a los daños físicos, porque el Código es muy claro cuando señala las lesiones a la salud”, explicó la especialista, y agregó: “muchas veces nos encontramos con lesiones que son difíciles de cuantificar, pero siempre debemos tener presente que eso no impedirá que se pueda lograr el proceso”.

Por otra parte, las especialistas expusieron algunos casos de delitos contra la integridad sexual. “Una de las cuestiones más difíciles -explicó Caballido Calatayud- está dada porque muchas veces las mujeres no se piensan a sí mismas como víctimas: creen que van a poder salir de la violencia sin ayuda; esto las coloca en un lugar de mayor vulnerabilidad y es así como logran avanzar los victimarios”. Para explicar la complejidad de la problemática, la Fiscal citó algunos ejemplos; entre otros, mencionó el reciente caso de Lucas Carrasco, condenado a nueve años de prisión por abuso sexual. Caballido Calatayud señaló que la complejidad del caso estaba dada porque la víctima había sido violada en un contexto de una relación sexual inicialmente consentida, y había que demostrar que hubo un momento en que ella intentó poner freno al avance de su agresor. “Es importante aquí escuchar profundamente a la víctima: debemos acompañarla para que su relato pueda convertirse en una prueba fundamental”, explicó.