CORTE SUPREMA

La Oficina de Derechos Humanos y Justicia de la Corte suma actores para difundir los buzones de comunicación instalados en los penales de la provincia

Por disposición de la Excma. Corte Suprema de Justicia de Tucumán, en noviembre pasado la Oficina de Derechos Humanos y Justicia de la Corte implementó en los penales de la provincia una herramienta de acceso a justicia novedosa: se instalaron buzones para que los ciudadanos privados de libertad puedan comunicar sus inquietudes. Las casillas han recibido medio centenar de reclamos y, a través de la Oficina de Derechos Humanos y Justicia, se implementaron las diligencias para solucionarlos. En ese contexto de una acción que se evalúa como positiva, la Oficina convocó esta semana a distintas organizaciones civiles que realizan actividades en los penales para fomentar y publicitar el uso de los buzones. De esta manera, mediante alianzas estratégicas, se espera que este mecanismo de comunicación se fortalezca como un vínculo directo entre los internos y las autoridades.

El pasado martes, el equipo de la Oficina de Derechos Humanos y Justicia recibió en el Salón de Actos Públicos de la Corte a un grupo de colaboradores de la Patronal Carcelaria, encabezados por su secretario, Julio Argañaraz. Estuvo presente, además, Darío Abdala, Director del Área de Protección de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia. En una jornada de trabajo, se conversó acerca de las problemáticas más frecuentes que atraviesan los internos de los distintos penales. La titular de la Oficina de Derechos Humanos, Lourdes Bascary, explicó a los voluntarios de la Patronal la importancia de los buzones de comunicación para visualizar e iniciar caminos de respuestas por parte del Estado hacia los internos. En ese sentido, los integrantes de la Patronal se comprometieron a colaborar en la difusión de esta herramienta, instalando más buzones, por ejemplo, dentro de las capillas.

Según destacó Bascary, los buzones de los penales constituyen un importante aporte para el acceso a justicia y están pensados para que, a partir de este proceso, los internos puedan comunicarse de manera más directa y recibir respuestas inmediatas. En efecto, el mecanismo implica que, si bien las cartas que se depositan en la casilla no son anónimas, el tratamiento de su contenido sí permanece en secreto para el servicio penitenciario. De esta manera, se trata de una herramienta confidencial cuyo objetivo es conocer, atender y dar vías de solución a las problemáticas.

Con la apertura de los buzones, la Oficina de Derechos Humanos y Justicia de la Corte agrega una nueva actividad a la línea de trabajo que viene desarrollando en los últimos años. Entre otras políticas de acción, desde esta Oficina se controla que los teléfonos de las unidades carcelarias estén siempre disponibles para el uso de los internos, se realiza atención personalizada a los familiares y, semanalmente, se concretan visitas a los penales.

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