En distintos allanamientos realizados en el marco de la investigación del crimen del taxista Franco Ruiz, quien fue asesinado a balazos en la puerta de su casa el pasado 7 de julio, fueron secuestrados más de 132 kilos de marihuana. Se trata del mayor operativo antidrogas, para ése tipo de estupefaciente, que se realiza en la historia de la capital tucumana. Así lo definieron en conferencia de prensa el titular del Ministerio Público Fiscal, Edmundo Jiménez, y el responsable de la Fiscalía de la Vª Nominación, Washington Navarro Dávila, quien llevó adelante las actuaciones. La droga, según detallaron las autoridades judiciales, estaba compactada en ladrillos y fue encontrada en el interior de dos vehículos que estaban estacionados en una de las viviendas allanadas, en el pasaje Ramón y Cajal al 400 de Villa 9 de Julio, en la zona norte de San Miguel de Tucumán. Jiménez felicitó la labor realizada por los fiscales Navarro Dávila y Adriana Reinoso Cuello, quien intervino inicialmente en la causa por el crimen de Ruiz, durante la feria judicial de invierno. Y consideró que "este histórico golpe contra el narcotráfico en Tucumán es algo realmente muy bueno, porque esta droga ya no estará en manos de nuestros jóvenes y niños”. El ministro fiscal recordó que en los allanamientos ordenados inicialmente por la fiscal Reinoso Cuello, “habían sido aprehendidas cuatro personas y ya se había secuestrado droga, por lo que evidentemente se trata de sicarios y sujetos dedicados al narcotráfico en la provincia”. Navarro Dávila informó que, a partir de datos aportados por testigos de identidad reservada, se inició una pesquisa, con la participación de personal de Homicidios y de la Dirección General de Investigaciones de la Policía, que culminó con los cinco allanamientos, que arrojaron resultados positivos. Detalló que en uno de los procedimientos “se secuestraron 101 bochitas de cocaína y una balanza de precisión, por lo que la persona que tenía en su poder esta droga fue puesta a disposición del Juzgado Federal, que no dispuso ninguna medida privativa de la libertad y solamente ordenó su identificación”. El fiscal agregó que “en otro de los domicilios se secuestraron un revólver calibre 38 y 50 proyectiles; mientras en otra de las casas allanadas se incautaron una escopeta calibre 12.70, 48 cartuchos, tres celulares y una suma de$ 23.700 en efectivo, que podrían ser fruto de la comercialización de estupefacientes, por lo que se resolvió dar intervención a la Unidad de Investigaciones Fiscales, a los fines de que establezca el origen de este dinero”. A continuación, Navarro Dávila dijo que tenían conocimiento sobre la existencia de tres vehículos que estaban estacionados en un domicilio, que había sido señalado como uno de los posibles lugares donde fueron ocultadas las armas utilizadas en el crimen del taxista, por lo que se solicitó una autorización para requisarlos. Luego, el fiscal relató: “Con la orden de allanamiento emitida por el juez Francisco Pisa, se procedió a la apertura de los vehículos, y nos sorprendimos al encontrar en dos de ésos autos un total de 148 ladrillos compactados de marihuana (que al ser pesados arrojaron un peso de algo más de 132 kilos), por lo que se labró un acta y se dio inmediata intervención a la Justicia Federal”. Navarro Dávila informó que, como consecuencia del operativo, los dos vehículos donde estaba la droga quedaron secuestrados y dos personas fueron aprehendidas, por disposición de la Justicia Federal. Agregó que por orden de la Justicia provincial, las personas que tenían en su poder las armas incautadas también fueron detenidas, debido a que no pudieron comprobar su procedencia y tenencia legal. Por último, explicó que los autos requisados no están a nombre de los detenidos, por lo que se está investigando si tienen alguna orden de secuestro por otro tipo de delitos.
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